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El drama de Coco, «el perrito que está varado en Ezeiza y pretenden sacrificarlo por tener una vacuna vencida»

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La mascota pertenece a un argentino que volvió desde Hungría, escapando de los efectos de la guerra en Ucrania. El Senasa propone sacrificarlo o deportarlo.

Una familia se encuentra desesperada por la vida de “Coco”, un perro que se encuentra varado en el Aeropuerto de Ezeiza desde hace dos días por tener la vacuna antirrábica vencida hace una semana.

Ante la negativa de las autoridades del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) de permitir su ingreso a la dueña le comunicaron que la mascota debe ser deportada a Colombia, el último país en el que estuvo mediante una escala, o será sacrificado por la autoridad nacional.

El perrito pertenece a Franco Gavidia, un argentino que hasta hace poco tempo vivía en Hungría, pero decidió volver al país debido a la compleja situación que atraviesa Europa por la guerra entre Rusia y Ucrania.

Así fue como preparó su retorno y alistó a Coco, su mascota, luego de 48 horas entre aeropuertos y vuelos, llegaron a Ezeiza pero se toparon con un inesperado y devastador panorama.

Las autoridades del Senasa no dejan ingresar a Coco al territorio por faltarle una aplicación de la vacuna antirrábica. Ante este acontecimiento y la desesperación de su propietario, desde el organismo de control animal, no tuvieron mejor solución que ofrecerle la eutanasia o la deportación.

“Me trataron como a un delincuente”, sostuvo Gavidia, quien desde que llegó al país no se movió del aeropuerto esperando que le entreguen a su perro, al que considera parte de su familia.

“El vencimiento debe ser de 8 a 9 días. Le falta también una autorización de un veterinario húngaro diciendo que el perro está sano”, explicó el dueño de Coco. “Lo que no entienden es que me fui de Hungría un poco también porque volvieron a declarar estado de alarma. Decidí venirme con mi mujer y mi hija que están acá, un poco a las corridas”, explicó ofuscado.

Gavidia contó que en el exterior se dedica a jugar al handball y la guerra irrumpió de manera inesperada. Además, dado que vive cerca de la frontera entre Hungría y Ucrania, recibió refugiados en su casa.

“No veo a mi hija hace 8 meses, hoy es su cumpleaños, le traje a Coco que es su perro también, y no me dejan pasar”, se lamentó.

Al mismo tiempo, aclaró que las opciones que le dieron al llegar al país no son viables, “acá no me dijeron concretamente que lo van a matar, pero con estas opciones es prácticamente lo mismo. Porque no lo van a aceptar en ningún país, por la vacuna”, relató Gavidia.

“La jefa del Senasa acá en Ezeiza, con quien hablé desde el principio, me está tratando como un delincuente. Yo ofrecí pagar un veterinario si es necesario, y una multa o un lugar de cuarentena. Porque es algo que yo hice mal, pero quiero que se pueda solucionar acá”, aseguró el joven que vive en Córdoba.

En este sentido, también aseguró que le negaron un espacio para que el perro pudiese esperar o realizar una cuarentena. “Es una vergüenza que no tengan lugar para un perro chiquito. Tiene un año, es cachorro, está estresado”, sostuvo.

 

“Propuse todas las opciones. No me voy a mover de acá sin mi perro. Ahora está con desconocidos después de un viaje traumático. No pido que se haga nada ilegal, yo me hago cargo de todo, pero quiero que se quede en mi país conmigo”, finalizó el dueño de Coco.

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