Paramount Global confirma el cierre de cinco canales musicales icónicos el 31 de diciembre de 2025, marcando el ocaso definitivo de la era del videoclip en la pantalla chica. Una nostalgia inevitable para quienes crecieron bailando al ritmo de sus pantallas.
Es con un suspiro de melancolía los que recibimos la noticia: MTV, el canal que nos enseñó a amar la música a través de imágenes vibrantes y ritmos inolvidables, cerrará sus transmisiones musicales el 31 de diciembre de 2025.
Paramount Global, su casa matriz, ha anunciado el apagón de cinco señales emblemáticas: MTV Music, MTV 80s, MTV 90s, Club MTV y MTV Live. Aunque el canal principal seguirá al aire, enfocado en reality shows como Teen Mom o Geordie Shore, este cierre simboliza el adiós a la esencia que definió generaciones: la música 24/7 que unía a millones frente al televisor.
El motivo es puramente económico, en un mundo donde el streaming ha eclipsado la televisión lineal. Paramount busca recortar 500 millones de dólares en gastos operativos tras su fusión con Skydance Media, priorizando plataformas digitales como Paramount+ donde los contenidos musicales migrarán.
Es el fin de un modelo que, desde 2011, ya había cedido terreno a YouTube y Spotify, pero que ahora se despide con un eco nostálgico: la televisión ya no es el epicentro del descubrimiento musical.
Y qué mejor momento para un repaso por sus mejores instantes, esos que nos hicieron vibrar, reír y soñar. MTV no fue solo un canal; fue un catalizador cultural que transformó la industria. Recordemos:
El nacimiento legendario (1981): Todo empezó con “Video Killed the Radio Star” de The Buggles, el primer videoclip emitido. Aquella noche del 1 de agosto, MTV irrumpió como un rayo de modernidad, prometiendo que la música se vería, no solo escucharía. Fue el comienzo de una revolución que popularizó el formato y catapultó a artistas globales.
Thriller y la fiebre de Michael Jackson (1983): El videoclip de 14 minutos de Thriller no era solo una canción; era cine en miniatura, con zombies, coreografías y un presupuesto millonario. MTV lo estrenó en rotación constante, convirtiéndolo en el más visto de la historia y abriendo puertas a la diversidad racial en la TV musical, tras presiones de íconos como David Bowie.
La era dorada de los 80 y 90: Madonna, Nirvana y la rebeldía pop: Imagina los 80 con Vogue de Madonna definiendo la moda y la actitud, o los 90 explotando con el grunge de Nirvana en Smells Like Teen Spirit, que capturó la angustia juvenil como nadie. Programas como Headbangers Ball para el metal pesado o 120 Minutes para lo alternativo crearon comunidades enteras. MTV era el pulso de la cultura pop, donde la moda, el activismo y los beats se fundían.
MTV Unplugged: Intimidad acústica (años 90): Sesiones como la de Nirvana en 1993 o Aerosmith en 1990 trajeron la magia de lo crudo y lo emocional a millones de hogares. Eric Clapton ganó un Grammy con su versión acústica, pero fue el Unplugged de MTV el que humanizó a las estrellas, convirtiendo conciertos en confesiones.
Los VMAs: Noches de escándalo y premios eternos (desde 1984): ¿Quién olvida el beso de Britney Spears y Madonna en 2003, o la protesta de Sinéad O’Connor en 1992? Los Video Music Awards fueron el Oscar de la música, con actuaciones icónicas como la de Eminem o Beyoncé, y momentos que definieron carreras y debates culturales.
La explosión de realities (2000s): Aunque marcaron el giro lejos de la música, shows como The Real World (1992) o Jackass innovaron la TV no guionada, influenciando desde Gran Hermano hasta Keeping Up with the Kardashians. Fue MTV quien probó que la vida real podía ser tan adictiva como un riff de guitarra.
Estos recuerdos no son solo flashes en VHS; son pedazos de nuestra juventud, de tardes robadas al estudio para ver un estreno, de fiestas improvisadas al son de un video. MTV nos regaló la ilusión de que la música era infinita y compartida, un ritual colectivo que el scroll infinito de hoy no replica. Se termina una era, sí, pero su legado late en cada playlist.