Según fuentes judiciales y policiales, los homicidas realizaron un llamado intimidatorio a un familiar de la víctima.
Fuentes judiciales y policiales confirmaron a TN que durante la tortura de Brenda, una de las tres víctimas del crimen de Florencio Varela, los homicidas llamaron por teléfono a un familiar suyo. Según los investigadores, la llamada habría ocurrido mientras filmaban la escena, lo que refuerza la hipótesis de un crimen con características de ajuste de cuentas y con un fuerte componente intimidatorio.
El dato fue aportado por los investigadores que analizaron los registros telefónicos y por testimonios del entorno familiar, quienes relataron que recibieron una comunicación en tiempo real desde el lugar del horror. Esa llamada, de tono breve y perturbador, se convirtió en una de las pruebas más relevantes dentro del expediente, por el grado de planificación y perversión que sugiere.
La Justicia busca determinar quién tomó el teléfono y si lo hizo por orden directa del autor intelectual del crimen. En paralelo, se analizan los dispositivos incautados para establecer desde qué número se realizó la comunicación y qué ubicación exacta tenía el aparato en ese momento. El objetivo es reconstruir la secuencia temporal y confirmar si los sospechosos actuaron bajo coordinación externa.
Con esta información, la investigación avanza hacia la consolidación de la hipótesis de un mensaje mafioso dirigido a la familia de Brenda, más que de un hecho aislado. “Querían que el dolor trascendiera el lugar del crimen”, sostuvo una fuente cercana a la causa.