Según Hugo Carvajal el envío de dinero ocurrió en el año 2007, período en el que el candidato de Fuerza Patria, Jorge Taiana, era ministro de Relaciones Exteriores y gestionaba esas operaciones.
En 2007, el empresario venezolano Guido Antonini Wilson intentó ingresar a Argentina con 800.000 dólares en efectivo sin declarar, lo que fue incautado por las autoridades argentinas. En su testimonio, Antonini afirmó que el dinero estaba destinado a financiar la campaña presidencial de Cristina Elisabet Fernández de Kirchner.
Esta versión fue confirmada por Hugo Carvajal, entonces jefe de inteligencia del gobierno de Hugo Chávez, quien declaró en Estados Unidos que el régimen venezolano envió un total de 21 millones de dólares en valijas diplomáticas para respaldar la candidatura de Kirchner.
Según Carvajal, la entrega de dinero no se limitó al incidente de Antonini Wilson. Indicó que hubo al menos 20 vuelos previos, cada uno transportando 1 millón de dólares, que fueron entregados sin problemas gracias a la colaboración de funcionarios del aeropuerto argentino que permitieron el paso sin inspección. Estas operaciones habrían sido parte de una estrategia más amplia del gobierno venezolano para influir en el proceso electoral argentino.
Además, investigaciones posteriores revelaron que el gobierno de Chávez adquirió bonos de deuda argentina por un valor de 5.147 millones de dólares entre 2005 y 2007, lo que representó una fuente significativa de financiación para el país en ese período. Estas compras fueron percibidas como parte de una estrategia para fortalecer los lazos políticos y económicos entre ambos gobiernos, aunque también generaron controversias sobre posibles beneficios mutuos y prácticas financieras cuestionables.
El escándalo de la “valija de Antonini” y las revelaciones sobre el financiamiento de la campaña de Kirchner por parte de Venezuela tuvieron repercusiones tanto en Argentina como en Venezuela. En Argentina, el caso fue objeto de investigaciones judiciales, aunque no se llegaron a conclusiones definitivas sobre la responsabilidad de los involucrados. En Venezuela, el gobierno de Chávez rechazó las acusaciones y calificó el incidente como un asunto aislado sin implicaciones oficiales.
_