
La producción de coca en Bolivia vuelve a estar bajo la lupa de Estados Unidos, y el dirigente sindical cocalero y expresidente se pone a la defensiva: “Casi toda Bolivia es narcotraficante”, lanzó.

El sindicalista de los productores cocaleros y expresidente de Bolivia, Evo Morales, brindó insólitas declaraciones en las que afirma que es narcotraficante de cocaína.
“Toditos somos narcotraficantes. Casi toda Bolivia es narcotraficante. Defender la hoja de coca es más profundo que defender cualquier recurso natural. es defender la soberanía de Bolivia”.
Sus declaraciones ponen de relieve su presunta vinculación con el narcotráfico de cocaína en el continente al monopolizar el control sobre la producción de la hoja de coca en el país boliviano, principal productor, que si bien es una materia prima de consumo masivo para la mayoría de los pobladores de este país, en especial en el altiplano, también es un ingrediente base para la producción de dicho narcótico.
Las palabras del exmandatario boliviano también deben enmarcarse en un contexto en el que se encuentra asediado judicialmente por múltiples causas y su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), fue desplazado del poder tras veinte años casi ininterrumpidos de gobierno.
Con la asunción del nuevo gobierno electo tras las últimas elecciones, de corte centroderechista y presidido por Rodrigo Paz Zamora, la producción de coca vuelve a estar bajo la lupa de Estados Unidos debido al acercamiento que tendrá la nueva administración boliviana con Washington y sus objetivos anti-narco.
Mientras gobernó Evo Morales, la producción de coca fue intocable, ya su protección se consideró prioridad por el dirigente cocalero, quien contó con amplia protección por parte de otros gobiernos como el de Venezuela, Brasil bajo Lula da Silva y Dilma Rouseff o Argentina bajo los Kirchner y Alberto Fernández.

