Ocurrió en una vivienda ubicada en el establecimiento “El Rincón”. Los cuerpos de la mujer y la menor estaban abrazados.

Gran conmoción se vive desde hace casi 48 horas en la pequeña localidad de Espigas, partido bonaerense de Olavarría, tras el hallazgo de los cadáveres de un hombre, su esposa y su hijastra de cuatro años dentro del dormitorio de una casa rural. Fuentes judiciales indicaron a Infobae que la principal sospecha es que el padre de la familia mató a la mujer, a la niña y luego se suicidó.
La escena fue descubierta el jueves en una vivienda situada en el establecimiento rural “El Rincón”, ubicado a pocos kilómetros de la Ruta Nacional 226, entre las ciudades de Olavarría y San Carlos de Bolívar. Según informó Noticias de Azul en los primeros reportes, los fallecidos son Miguel Ángel Romero (39), su pareja D.C. (34) y la hija de ella, Z.I.U. (4).
La calificación del expediente es homicidio doblemente agravado por ser cometido contra una persona con la que se mantiene o se ha mantenido una relación de pareja y por ser cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género (femicidio) y homicidio agravado por ser cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de genero (femicidio) y seguido de suicidio en contexto de violencia familiar y de género seguido de suicidio.
De acuerdo con los datos aportados por fuentes locales, la familia residía en una de las tres casas del predio, que compartían con otros empleados rurales. La ausencia de Romero en su puesto de trabajo generó inquietud y llevó a un compañero a acercarse hasta su vivienda. Al no obtener respuesta, dio aviso a las autoridades. Al llegar al lugar, los agentes hallaron sin vida a los tres integrantes de la familia.
Noticias de Azul detalló que efectivos de la Policía Científica, el jefe de la Departamental de Azul de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y autoridades municipales participaron en las tareas investigativas. Al campo también asistió la fiscal de la causa, Mariela Viceconte, de la Fiscalía de Violencia Familiar y Género del Departamento Judicial de Azul, y el Juzgado de Garantías N°2 de Olavarría, a cargo de Carlos Eduardo Villamarín, quedó a cargo de la intervención judicial.
Las primeras pericias no detectaron signos de violencia en el perímetro de la vivienda, hecho que refuerza, según los investigadores, la hipótesis de la ausencia de participación de terceros. Además, la habitación donde se hallaban los cuerpos permanecía cerrada con llave desde el interior, detalle que contribuye a sostener la línea de investigación principal.
Detalles forenses y reconstrucción del hecho
La imagen encontrada resultó estremecedora. Los cuerpos de la madre y su hija estaban abrazados. Según los primeros exámenes forenses, D.C. murió por asfixia mecánica, mientras que la menor presentó un traumatismo craneal. Respecto al presunto autor del doble femicidio, fue hallado ahorcado, con una herida cortopunzante en el pecho y colgado con una faja sujeta al picaporte de la puerta, en posición arrodillada, lo que dificultó el acceso de los efectivos al dormitorio.
Los peritos de la División Científica de la policía bonaerense secuestraron como evidencia un cuchillo, tres teléfonos celulares y la faja presuntamente utilizada como elemento de estrangulación. La disposición de los cuerpos y las lesiones observadas sustentan la hipótesis de que Romero atacó por la espalda a D.C., quien tenía a la niña en brazos, y luego modificó la posición de ambas antes de quitarse la vida.
Las estimaciones forenses iniciales, registradas por los medios mencionados, sitúan el momento del crimen en la tarde del miércoles, aproximadamente 17 horas antes de que los cuerpos fueran hallados.
Antecedentes y testimonios locales
Fuentes citadas por el medio En Línea Noticias indicaron que la mujer había realizado denuncias por violencia contra ella y su hija en Bolívar, ciudad donde residía previamente, aunque dichas denuncias fueron dirigidas contra parejas anteriores y no contra Romero. Además, trascendió que el hombre, oriundo de la provincia de Corrientes, no registraba denuncias previas por violencia.
“La alarma se disparó cuando Romero no acudió a trabajar”, relató una fuente local a Noticias de Azul, al tiempo que subrayó la rapidez en la actuación de los cuerpos policiales y judiciales.