
El dirigente kirchnerista redobló sus críticas contra el líder de La Cámpora, lo responsabilizó por la crisis del espacio y reavivó una fuerte interna dentro del peronismo.

Luis D’Elía volvió a quedar en el centro de la escena política tras lanzar nuevas y durísimas declaraciones contra Máximo Kirchner, en un contexto de creciente tensión dentro del peronismo. En una entrevista radial, el piquetero ratificó acusaciones previas contra el diputado nacional y líder de La Cámpora, a quien responsabilizó por el estado actual del movimiento y cuestionó con crudeza tanto su comportamiento personal como su rol político.
Las afirmaciones del dirigente revolucionario no son nuevas, pero esta vez decidió ir a fondo contra el camporista. Según expresó, el hijo de Cristina Kirchner “no representa a nadie” dentro del peronismo y es parte central de lo que definió como un proceso de deterioro del kirchnerismo original.
En ese marco, insistió en que el armado político que conduce La Cámpora responde a intereses personales y no a una estrategia de construcción colectiva.
El dirigente social también apuntó contra la expresidenta, a quien responsabilizó por haber sostenido políticamente a su progenitor. “Debería haber tomado decisiones distintas”, deslizó, al tiempo que planteó que el liderazgo dentro del peronismo se fue cerrando sobre un núcleo reducido de dirigentes, alejados —según su visión— de las bases históricas del movimiento.
Luego, el dirigente revolucionario fue aún más lejos, al referirse a las presuntas adicciones del hijo de CFK. “Todos sabemos que Máximo tiene problemas con el escabio, la falopa y las minas”, afirmó sin rodeos.
Y agregó, en relación al armado político dentro del peronismo: “El problema es que los que le sirven la droga y las putitas después aparecen en las listas del peronismo”, sostuvo.
El conflicto entre D’Elía y el sector que encabeza Máximo se viene profundizando desde hace meses. Días atrás, el dirigente social ya había calificado a La Cámpora como “un tumor dentro del peronismo” y acusó al diputado de intervenir de manera directa en el Partido Justicialista, incluso después de haber renunciado a su cargo partidario.


